En muchos casos, tras una pérdida de peso importante, quedan secuelas morfológicas (descolgamiento cutáneo, faldones, flacidez, etc…) que en ocasiones van acompañadas de secuelas psicológicas. Estas situaciones requieren una visión global del cuerpo que conjugue la corrección anatómica con la armonía corporal, y en la que la Cirugía Plástica se integre en el abordaje integral del tratamiento médico y quirúrgico de la obesidad mediante la denominada Cirugía de la obesidad o Cirugía Postbariátrica.
Entre los procedimientos quirúrgicos que se pueden utilizar contamos con la Abdominoplástia Lipectomía en cinturón que elimina una banda circunferencial en la zona inferior del tronco, el lifting de la zona inferior del cuerpo (Lipectomia muslos) y el lifting medial de muslos que enfatizan más en el contorno de muslos y glúteos, estiramiento de muslos, estética de zona glútea (aumento y remodelación de nalgas) con o sin infiltración de grasa, Braquioplastia (cirugía sobre los brazos), lifting de la zona superior del tronco, remodelación de las mamas,…
En ocasiones y dependiendo del estado del paciente podemos practicar más de una intervención en un solo tiempo. Es una cirugía compleja, de larga duración, con un postoperatorio más pesado para el paciente, pero que es altamente satisfactorio por sus resultados.
Gracias a la abdominoplastia extirpamos el exceso de piel y grasa abdominal y la corrección de la flaccidez muscular.
La liposucción es una técnica quirúrgica encaminada a eliminar cúmulos localizados de grasa que no se pueden eliminar con la dieta.
La flacidez facial es uno de los grandes retos en dermatología estética, requiriendo habitualmente tratamiento quirúrgico para obtener los mejores resultados.